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viernes, 21 de octubre de 2016

POEMA: Francisco Luis Bernárdez



CANCIÓN FINAL

Esta noche te tengo
en mis brazos, Dios mío,
y al estrechar tu cuerpo,
pequeño y desvalido,

siento que la mirada
de amor conque te miro
no es de siervo a Señor,
sino de padre a hijo.

Dios mío,
Dios mío:
Hoy eres hijo mío.

En el silencio inmenso
de la noche, Dios mío,
me pareces más débil
y hasta más pequeñito.

Dios mío,
Dios mío:
Hoy eres hijo mío.

Al pensar en los años
que te esperan, Dios mío,
con dos leños cruzados 
al final del camino.

tengo miedo del tiempo
y quiero interrumpirlo,
con ansia de que seas
eternamente niño.

Dios mío,
Dios mío:
Hoy eres hijo mío.

Y te pido que nunca
me abandones, Dios mío,
que renuncies a todo
por quedarte conmigo;

que te tenga en mis brazos
como ahora, dormido,
y que no te despiertes
hasta el fin de los siglos.

Dios mío,
Dios mío:
Hoy eres hijo mío.

S.B.

                                   Francisco Luis Bernárdez (Argentina)

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