NUESTRA HORA
Es sólo un instante lo que yo te pido
una hora tan sólo de tu larga vida;
un solo momento para estar contigo;
un momento nuestro, sólo tuyo y mío.
Que nadie nos mire
y que nadie escuche lo que yo te digo.
Hagamos la cita para estar contigo;
un momento nuestro, solo tuyo y mío.
Que nadie nos mire
y que nadie escuche lo que yo te digo.
Hagamos la cita para algún paraje
despoblado y solo,
donde no haya gente, donde no haya ruido,
donde no perturbe nuestro gran momento
ni voz ni sonido.
Donde sólo el eco de tu dulce acento,
música divina, llegue a mis oídos.
Vámonos a un sitio donde estemos lejos,
donde estemos solos y muy escondidos.
En un mundo nuevo, hecho a nuestro antojo;
en un mundo nuestro, sólo tuyo y mío.
Que a nadie le cuente de nuestra escapada,
que a nadie le diga que te vio conmigo;
que guarde el secreto de nuestra entrevista,
que guarde el secreto de lo que allí hicimos.
Yo quiero un momento, que tú me concedas
tan sólo un instantes a solas conmigo.
¡La vida es tan larga!... Tienes tantas horas...,
y es una tan sola la que yo te pido.
No guardes temores de que se divulgue
que hayas atendido mi insistente súplica;
solamente el cielo, que es mudo testigo,
ha de vernos juntos.
¡Solamente el cielo te verá conmigo!
y yo, por mi parte, guardaré el secreto
de la inmensa dicha que me has concedido
y me iré muy lejos, lejos de tu vida
y de tu camino; y no habrá sospechas
de ese gran momento que juntos vivimos...
S.B.
E.Fernández
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