NO SABÍA
No sabía Señor, que una palabra
puede cambiar el curso de una vida;
ni que en el más sencillo de tus seres
cupiera tanta dicha.
Yo sé que gozo un bien inmerecido.
Tu bondad excesiva
pudo hacer un milagro
en la existencia mía.
No guardaré rencor si de esta gracia
alguna vez me privas.
Bastará recordar que en mi pensaste,
que me miraste un día;
que fui feliz, que tuve el gran tesoro
de su alma exquisita:
y alcanzará la luz de este recuerdo
para alumbrar el resto de mi vida.
JUAN BURGHI
S.B.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario