ESPERO
Siempre más noble cuanto más vejado,
siempre más recio cuanto más herido
y el puro corazón siempre encendido
en la esperanza de lo inesperado.
Nunca el tahúr sin alma me ha ganado,
nunca la fuerza injusta me ha vencido,
soy así porque sí: porque he nacido
con afán de vivir entusiasmado.
Sólo le pido a Dios que no se trunque
mi voluntad de ser paciente yunque
en tanto no me toca ser martillo.
Por lo demás, todo esto es muy sencillo:
Sentarse y esperar. Es cosa cierta
que pasará su entierro por mi puerta.
SB.
Celso Emilio Ferreiro (España)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario