POSESIÓN DE LA TIERRA
He aquí la historia de la tiniebla
y de mi ardiente posesión de la tierra.
Una batalla,
un golpe duro contra mí mismo,
unas sílabas desgarradas
bajo la noche cruzada de relámpagos.
De mi memoria salen rostros
lluviosos,
peces de luto, barcos ciegos,
suburbios junto al mar,
calles con una luz al fondo
y estatuas de ceniza.
He aquí mi viaje alucinado
bajo la luz terrestre.
En los grandes círculos de amor crece mi canto
y alza
sus brazos puros de eternidad,
su fuego de cólera y ternura.
He aquí mi voz de barro y fuego airados,
mi corazón sobre la tierra.
S.B.
Dionisio Aymara.
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