Tu, mariposa de celeste armiño.
Vienes con aire de nostalgia leve,
undívaga de sueño y plenilunio,
voladora en el vuelo de la brisa
desde la era antigua de los juncos.
Tu liviandad liviana del aroma,
con pretérita voz adolorida,
tiene la edad del sueño y de la vida
y la mirada azul de la paloma
Tú, mariposa de celeste armiño,
armiño por mi verso mariposa;
en el balcón del aire y de la rosa
tienes la edad de un niño.
Ven con tu azul de espuma diligente
a escribir en la arena del olvido;
ven a mojar tus alas en el nido
donde solloza la piedad viviente.
Deja tu divagar, ven a mi pena,
torna en gemir la luz de tu desaire.
No se puede vivir sólo en el aire
cuando alguien llora en la prisión terrena.
Aquí tendrás la luz de mi cariño
con levedad de canto diligente.
Ven al país tan mío y de la gente,
Tú, mariposa de celeste armiño.
S.B.
Camilo Balza Donatti.