NADA TENGO DE TI.
I
Nada tengo de ti que llevar pueda,
ni una flor, ni una herida, ni un retrato,
todo se fue sumido a tu mandato;
ni del cielo el color quedando queda.
Sólo el aire, que labios, en moneda
nuestra acuñaron firmes en su trato, no borrara tu empeño tan sensato,
que ya de aires el viento carro y rueda
corre loco por nubes sus espejos, dando profundidad a superficies, seguro azar, trayendo aquí lo lejos,
uniendo primaveras en segundos.
¡Oh brisa, vuelve a mí, suave me inicies
otra voz en sus labios, muertos mundos!
II
¿Te acuerdas de tus palabras
ya el cielo oscuro de lilas?
"¡Qué vacía tu mañana!"
"¡Qué lleno yo de ti, niña!"
"¿Marchas sin remedio amor?"
"No hay remedio que me sirva
para salvar las distancias.
Leguas son leguas, mi vida,
remedio que no remedia
que la tierra que se pisa
sabe al sol del alma propia"
"Yo no sé inventar consuelos
que para mí inventaría, deja que el mundo dé vueltas,
no te salgas de ti misma".
"¿Cómo no salir de mi
si dentro estás sin salida?
Si te vas con noche oscura,
mañana estaré vacía,
ya no hallaré yo el camino
que me conduce a mí misma
por tus labios y mi boca"
El cielo, negra guarida.
¡Ay, las cosas sin remedio
que malas de contar, niña!
"¡Qué vacía tu mañana
Ya el cielo oscuro de lilas!"
Max Aub (España)
S.B.
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